Como votante de IU en las últimas elecciones andaluzas,
pido, por no decir exijo, que la dirección se pronuncie ante el
escándalo de los ERE. Es insoportable para cualquier
persona de izquierdas, diría que simplemente demócrata, lo
que vamos sabiendo. No me vale que se diga que son
campañas malintencionadas contra la izquierda, que la jueza
es seguidora del PP. Esas historias las conocemos ya y son
fruto de un deseo de no afrontar la realidad. Que se
argumentaran en otra época, como por ejemplo con Stalin,
invalidan tales argumentos y los procedimientos empleados.
Los políticos de IU son depositarios, como todos los demás,
de nuestros votos, tienen que administrarlos, pero en modo
alguno son propietarios de ellos. La izquierda debe dar
ejemplo de limpieza y de firmeza. La Segunda Transición
Borbónica está herida de muerte y en un estado terminal.
¿Cómo no se denuncia lo que está pasando? ¿Es que hay
malos en el Estado central y buenos en la autonomía?
¿Acaso no tenemos en Andalucía una tasa de paro
escandalosa, una miseria y pobreza crecientes? ¿No ha
llegado la explotación a unos niveles insoportables? ¿Qué
está pasando, por qué se mira para otro lado y no se
afrontan con decisión los problemas? Os digo que votamos
para que la situación diese un giro, no para que se terminase
en Granada el metro, por ejemplo, aunque estará bien que
se ponga fin a ese proyecto tan oscuro. Para que se
amortiguasen los efectos de la crisis votamos, pero no solo
para eso. Ya la Iglesia lo hace y lo hace bien. Amigos/as que
sois dirigentes de IU, que os conozco personalmente e
incluso os estimo, no os calléis, si es preciso, dejad el poder,
que es solo una parcela de la política. Sed valientes y
denunciad la podredumbre en la que estáis sentados. Se me
dirá que no todo es blanco o negro, que es gris, pero no es
marrón ni huele tanto como ahora."Antonio Malpica Cuello.
Catedrático de Historia Medieval; Doctor en Historia por la
Universidad de Granada
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